Tres pautas de actuación en el aula cuando hay niños/as con TDAH

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El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad es un trastorno de carácter neurobiológico en el cual se manifiesta déficit de atención, hiperactividad e impulsividad. Este se origina en la infancia, de manera que es en el aula y con los docentes cuando esta diversidad se manifiesta con más intensidad. Los alumnos suelen tener un rendimiento escolar inferior al esperado y pueden tener dificultades de aprendizaje en áreas instrumentales como son las del lenguaje y las matemáticas. A la vez, es posible que también se vea afectado el desarrollo de sus habilidades sociales y emocionales y con todo esto, la relación con los otros alumnos.

Pero, ¿qué tenemos que hacer en el aula cuando hay niños/as con TDAH? A parte de las actuaciones específicas, nosotros os proponemos tres pautas básicas para mejorar la dinámica general del aula.

  1. Aseguraros de crear un ambiente estructurado. Los alumnos con TDAH (y los alumnos, en general) trabajan mejor cuando el ambiente es estructurado. Esto implica, por ejemplo, preparar a los alumnos explicando el orden con el cual se desarrollan las actividades a lo largo del día, simplificar las instrucciones, avisar sobre cualquier novedad que surja y tener siempre a mano el calendario. Reservad espacios para recordar a los alumnos los objetivos importantes y ofrecerles una lista de errores frecuentes que les haga adquirir consciencia de las equivocaciones que suelen cometer para que no se produzcan de nuevo.
  1. Haced que el ambiente sea previsible. La mayoría de niños/as son capaces de adaptarse a los cambios, pero para los niños/as con TDAH es importante que el ambiente también sea previsible. Es recomendable crear estructuras fijas, ofrecer expectativas y metas de aprendizaje, destacar puntos clave, indicar cuáles son los materiales necesarios y sobretodo, dejar claras las expectativas sobre el aprendizaje y el comportamiento.
  1. Cultiva un ambiente adecuado para el aprendizaje. Será beneficioso, por último, que el niño/a con TDAH se siente en primera fila para evitar distracciones. Además, será necesario dedicar cinco minutos de la jornada a poner en orden las mesas y mochilas, para que los alumnos tengan siempre a mano el material necesario y hacer más ágil el cambio entre las áreas. Comprobad periódicamente cuál es el ritmo del aprendizaje y controlad la agenda.

¿Qué experiencia tenéis vosotros? ¿Qué pautas tenéis vosotros para mejorar la integración de los alumnos/as con TDAH en el aula?

Podéis compartirlas con nosotros en los comentarios.

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